El pan es un alimento básico que forma parte de la dieta tradicional en Europa, Oriente Medio, India y América. Se suele preparar mediante el horneado de una masa, elaborada fundamentalmente con harina de cereales, sal y agua. La mezcla, en la mayoría de las ocasiones, suele contener levaduras para que fermente la masa y sea más esponjosa y tierna.
El jamón (o anca, pernil, pierna) es el nombre genérico del producto obtenido de las patas traseras del cerdo, salado en crudo y curado de forma natural. Las patas delanteras del cerdo, pese a tener un proceso idéntico de elaboración, reciben el nombre de paleta, o paletilla. Las dos variedades más conocidas de jamón son el jamón curado de España (jamón ibérico, jamón serrano) y el prosciutto italiano.
El requesón, llamado en algunos países de América del Sur ricota (del italiano ricotta, y éste del latín recocta, ‘recocida’), es un producto lácteo similar al queso, obtenido de un segundo procesamiento del suero lácteo producido como derivado en la elaboración de quesos de pasta blanda. De color blanco, sabor suave y textura blanda y granulosa, es un elemento crucial en la cocina italiana, empleándose para postres y platos salados por igual; es uno de los rellenos tradicionales para la pasta.
Lo que necesitamos y su preparación…
Ingredientes (para 4 personas).
Masa de pan.
2 tazas de harina
15 g de levadura fresca
1 ½ cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de azúcar
1 taza de agua tibia (aproximadamente)
½ cucharada de sal
Relleno
100 g de ricota
50 g de jamón cocido
Sal y pimienta a gusto
Preparación.
Relleno: picar el jamón y mezclarlo con la ricota. Salpimentar y reservar.
Masa: en un bol disolver la levadura en dos cucharadas de agua tibia e incorporar el azúcar. Tapar con film plástico y dejar reposar por 10 minutos en el lugar más templado de la casa. Con la harina y la sal formar una corona en la mesa y colocar en el centro la levadura, el aceite y el agua. Formar una masa elástica (agregar más agua si fuera necesario) y amasar por 10 minutos aproximadamente. Tapar con un film plástico y dejar descansar durante 10 minutos, dividir en ocho partes, formar un bollo y aplanar con ayuda de un uslero. Poner en el centro parte del relleno y cubrirlo con la masa. Dar forma al pan, colocarlo en una placa para horno espolvoreada con harina y tapar con plástico. Dejarlo en algún lugar templado de la cocina hasta que duplique su volumen. Pasado este tiempo, aplanar un poco con la palma de la mano, pintar con huevo y hornear a 190 °C hasta dorar.